-GABRIELA GARZÓN CIFUENTES.
-ERIKA ANDREA DURÁN VARGAS.
VÁLVULA DE HAKIM
Hakim, Salomón
Ficha Biográfica
Salomón Hakim Dow nació en Barranquilla el 4 de
junio de 1929, pasó algunos años de su infancia en Ibagué, realizó sus estudios
de bachillerato y carrera universitaria de medicina en la ciudad de Bogotá.
Luego, se especializó en neurocirugía y neuropatología en
Boston-Estados Unidos. Sus padres, Sofia y Jorge, una pareja de inmigrantes
libaneses -que llegaron a Puerto Colombia en 1924- forjaron con disciplina y
cariño un carácter culto, sencillo, perseverante, creativo y curioso que
acompañaría a Salomón durante sus 82 años de vida.
Don Jorge consideró la ciudad de Ibagué más apropiada para la
formación académica y cultural de sus hijos, en total fueron siete hermosas
joyas que germinaron de un matrimonio estable y ejemplar. En Ibagué, Salomón
estudió hasta sexto de primaria. Después de la jornada escolar recibía clases
de música en el Conservatorio. Allí por primera vez, escuchó interpretar los
valses de Chopin. Esta pasión y sensibilidad artística por la música, su piano
y su órgano lo acompañaron toda su vida, especialmente mientras estudiaba
medicina en la Universidad Nacional. En alguna oportunidad ofreció conciertos
de órgano para recolectar fondos y destinarlos a los niños de escasos recursos
con problemas neurológicos.
En 1996 Salomón -visitó después de muchos años- su
Conservatorio del alma, a continuación se transcriben las palabras que registro
en El Libro de Visitantes de este emblemático lugar.
"Qué emoción y qué respeto me produce visitar de nuevo este Conservatorio, mi Conservatorio, en donde fui alumno. Aquí aprendí a comprender la música, comencé a sentir la emoción y el significado al oír los acordes y melodías de la música de Beethoven, Chopin, Shubert, Mozart..., etc.
"Qué emoción y qué respeto me produce visitar de nuevo este Conservatorio, mi Conservatorio, en donde fui alumno. Aquí aprendí a comprender la música, comencé a sentir la emoción y el significado al oír los acordes y melodías de la música de Beethoven, Chopin, Shubert, Mozart..., etc.
A esta institución le debo gran parte de la felicidad que la
vida me ha proporcionado a través de la conexión sutil con el arte de los
sonidos que he escuchado en conciertos, interpretaciones, coros, ensayos y
hasta en la interpretación y ejecución personal de algunos trozos musicales.
Este conocimiento es una gran parte de la educación que todo ser humano debe
poseer. Todo se lo debo a las enseñanzas que hace tiempo recibí aquí".
Agosto 9 de 1996. Libro de registro de visitas al Conservatorio.
Salomón fue tataranieto, bisnieto, nieto, papá, tío y hermano
de médicos, no es casualidad que su apellido Hakim, signifique médico musulmán.
Cuando llegó el momento de elegir la carrera profesional, Hakim optó por la
medicina, no solo por su vocación familiar, sino porque podría experimentar
ávidamente. "Qué mejor laboratorio que el cuerpo humano", solía
afirmar. Al parecer Salomón tenía alma de científico desde antes de nacer.
En su infancia, Hakim se caracterizó por ser un niño inquieto
que desbarataba todo lo que había a su alrededor para observar cómo funcionaban
las cosas. A diferencia de otros padres, los suyos no veían en Hakim un niño
destructivo, por esta razón le fomentaron su curiosidad. En la adolescencia,
seguía desbaratando todo, pero para armar nuevos objetos con diferentes funcionalidades.
En su vida adulta, gracias a su espíritu creativo y a todos los conocimientos
de física, medicina, electrónica y mecánica adquiridos en sus estudios pre y
post universitarios diseñó la válvula que lleva su apellido y que hoy en día,
casi 60 años después, sigue cambiando positivamente la vida de millones de
personas que padecen el síndrome que él descubrió: la hidrocefalia con presión
normal.
Desde pequeño fue un niño aficionado a la ciencia, uno de los
primeros experimentos de Salomón fue la incubadora de pollos, cuando tenía
alrededor de 10 años. "Tomó dos cajas de cartón, una pequeña y otra
grande, un poco de aserrín y una resistencia eléctrica. Le midió la temperatura
a las gallinas y descubrió que, a diferencia de la de los humanos, lo normal
eran 39 grados. Armó un termostato, que consistía en un frasco conectado con un
tubo en U. Fue a la tienda a comprar 30 huevos, creyendo obtener 30 pollos.
Cuando amaneció, al otro día, en lugar de incubadora, su invento resultó ser un
horno. Su familia debió almorzar huevos duros. Otra vez sería"[1].
Una de las personas que incentivó la curiosidad y tenacidad
del doctor Salomón fue el padre Celestino Redín, jesuita del Colegio San
Bartolomé en Bogotá, dónde Hakim estudió desde sus 11 años con sus hermanos.
Parecía que el padre Redín intuía la importancia que tendría en el futuro ese
inteligente adolescente de origen libanés. Por eso, siendo el profesor de
física del colegio le dió por primera y única vez en su vida las llaves del
laboratorio a uno de sus estudiantes. El padre Redín, no ha vuelto a encontrar
un alumno tan especial y tan interesado en aprender siempre más del límite
impuesto. "Era un individuo tremendamente respetuoso y cuidadoso de su
familia; de una tenacidad asombrosa y una consagración al estudio como yo no he
encontrado en otro muchacho. Tenía además otra característica, muy propia de
los siriolibaneses, que es una conexión muy fuerte con el hogar", afirmó
Celestino Redín a Lisbeth Fog, una periodista estadounidense que realizó una
investigación sobre Salomón Hakim para luego escribir su biografía.
A diferencia de la incubadora de pollos que no funcionó,
mientras estuvo en Ibagué Hakim construyó varios aparatos caseros que le
funcionaron muy bien. Había fabricado una radio de tubos que sintonizaba una
emisora de París. Años más tarde construyó el primer trasmisor de la Voz del
Tolima, de Ibagué, consiguió todo el material que existía y el otro se lo
inventó con condensadores en paralelo. En una caja armó la fuente de poder. El
rústico aparato, también contenía una bandeja para amplificar el sonido y otra
de radiofrecuencia para transmitir sin necesidad de alambre. Era una estación
pequeña, pero sintonizaba música de Ibagué y sus alrededores. Años más tarde se
daño.
Cuando estaba en Bogotá y estudiaba interno en el Colegio San
Bartolomé, lejos de sus padres y algunos hermanos- quienes seguían viviendo en
Ibagué- diseñó una forma económica y practica para seguir en contacto con su
amada familia. Ahorró de su mesada para comprar dos trasmisores pequeños con
dos tubos de 6L6 e inventó una estación de radio primitiva, pero muy funcional.
"Todas las mañanas me levantaba y hablaba con mi padre. Como me encantaba
la música mientras él se afeitaba me trasmitía el Concierto de Paganini".
Posteriormente durante los primeros semestres de medicina que
cursó en la Universidad Nacional, aprovechó todos los conocimientos adquiridos
en dos campos que lo apasionaban: la electrónica y la mecánica para construir
un transformador con un control de voltaje y un circuito eléctrico que se
utilizó en el hospital psiquiátrico de Sibaté. Su invento fue remunerado y
reemplazó los choques insulínicos que -a veces- generaban la muerte de algunas
neuronas y la pérdida de memoria de algunos pacientes con problemas mentales.
En el año de 1984 se graduó con tesis laureada como doctor en
medicina y cirugía de la Universidad Nacional. Salomón recordaba con mucho
cariño, el año de su graduación, pues Don Jorge-su padre- se le acercó y le
estrecho la mano mientras le decía con orgullo "Doctor Hakim".
Fernando, uno de los cuatro hijos de Salomón, también recuerda con cariño y
nostalgia cuando su padre se acercó y revivió la tradición de su abuelo al
decirle el día de su grado, mientras le estrechaba su mano y lo miraba fijamente
a sus ojos: "Doctor Hakim".
Sus insaciables ganas de absorber más conocimiento lo
motivaron a viajar a Boston, junto con su esposa Ivette, para especializarse en
neurocirugía y neuropatología en la Clínica Lahey de Massachussets y en el
General Hospital del Harvard Medical School, respectivamente. La neurocirugía
fue la especialidad perfecta para Salomón, ya que mezclaba el sistema nervioso,
como conjunto de conexiones y el cerebro, como campo para explorar. Amaba esa
especialidad y esa pasión por la neurocirugía se la trasmitió a sus hijos
Fernando y Rodolfo quienes actualmente son neurocirujanos y trabajan
incasablemente junto a su hermano Rodolfo para lograr un impacto médico y
científico mayor o igual al de su padre.
Salomón no solo les dejo una herencia de conocimientos
teóricos invaluables a sus hijos -quienes desde pequeños se acostumbraron a
pasar las horas libres en el laboratorio de su padre, también les enseño una
filosofía de vida impregnada de inteligencia emocional. Para él siempre fue
preponderante tener un perro en su casa, pues decía que ayudaba a que los niños
crecieran con responsabilidad y cariño. También, les mostró con su ejemplo, el
trato que se debe tener con las mujeres, siempre les aconsejo que escogieran
una esposa que les brindará tranquilidad. Y siempre vivió junto a Ivette,
gemela de origen libanés, una vida de pareja ejemplar para sus hijos y la
sociedad.
En Estados Unidos Salomón tuvo la oportunidad de aprender
junto a los mejores profesores de neurocirugía, personajes que influyeron con
sus aportes al mundo entero. Ellos fueron: James Poppen - quien es considerado
uno de los mejores neurocirujanos del mundo-, Raymond Adams, y Paul Yokovler,
entre otros. Luego de terminar su especialidad, regresó a Colombia a ejercerla
en el consultorio de Alejandro Jiménez Arango. En principio trabajaron en
equipo y él fue un gran soporte económico para Salomón.
Hidrocefalia con presión Normal (Síndrome de Hakim). ¿Cómo
descubrió esta patología?
En una de sus consultas, en el año 57, Salomón recuerda que
atendió a Fernando Anaya, un paciente con un trauma craneoencefálico provocado
por un accidente automovilístico, tuvieron que operarle un hematoma, luego de
la cirugía el paciente se fue para su casa, un mes después el padre de Anaya
visitó al Doctor Salomón y le explicó con preocupación que su hijo presentaba
una sintomatología extraña: no obedecía órdenes y tampoco controlaba
esfínteres. Salomón pensó que el hematoma se había reproducido, así que lo
hospitalizó y le realizó una angiografía. La sorpresa fue mayúscula cuando
Hakim descubrió que no tenía hematoma, pero si los ventrículos craneanos
extremadamente dilatados. Procedió a realizarle una punción lumbar y comprobó
que a pesar de tener los ventrículos grandes la presión estaba normal. Luego de
extraerle líquido cefalorraquídeo del cerebro (LCR), Fernando Anaya empezó a
hablar y a mejorar, pero al cabo de un tiempo volvía a empeorar. Esto lo
sorprendió aún más.
¿Por qué el paciente tenía un ventrículo grande y la presión
normal? Echando mano de sus conocimientos de física Salomón pensó en la Ley de
Pascal, presión es igual a fuerza por unidad de área, y fuerza es presión
multiplicada por el área total, con esta fórmula pudo dar respuesta al extraño
caso de Anaya y de miles de pacientes que padecían esa misma patología, pero
que habían sido mal diagnosticados o no habían recibido un tratamiento
adecuado. El desarrollo de la válvula de Hakim, se produjo algunos años después
como la solución para controlar el LCR y desaparecer la triada de síntomas que
caracterizan esta enfermedad: dificultades para caminar, problemas motores y en
la etapa más avanzada impotencia para controlar esfínteres.
Según Salomón, la humanidad pasó por unas etapas terribles en
el tratamiento de la hidrocefalia. Se llevaron a cabo muchos experimentos que
lejos de ser la solución al problema generaban más consecuencias negativas en
los pacientes. Actualmente, Fernando Hakim, también recibe en su consultorio
varios pacientes de hidrocefalia con una calidad de vida muy deteriorada, ya
que en algunos casos los diagnostican erróneamente con enfermedades demenciales
como Alzheimer. "Todavía hoy, muchas personas son diagnosticadas con
alzheimer cuando en realidad tienen hidrocefalia con presión normal, síndrome
que tiene tratamiento, el alzheimer condena los pacientes al olvido.",
afirma con tristeza.
El descubrimiento de Hakim abrió un nuevo capítulo en la
historia de la medicina: las demencias tratables. A partir, de la primera
publicación en la revista El Journal the neuronal Science de su hallazgo
titulado: "La presentación de un problema asintomático de hidrocefalia con
presión normal, observaciones de liquido cefalorraquídeo y la hidrodinámica del
fluido" en el que comparte el crédito con Adams (aunque el descubrimiento
fue propio) se desarrollaron un sinnúmero de investigaciones a nivel mundial
sobre esta nueva patología.
La válvula de Hakim
Fernando Hakim recuerda que una de las enseñanzas más bonitas
que le dejo su padre a él y a sus hermanos es que siempre les decía que
"todo lo que a uno se le ocurriera podía hacerse realidad con las
manos". Pero él no solo lo decía, también lo hacía, por eso en el
laboratorio desordenado del segundo piso de su antigua casa ubicada en la calle
93, diseño la primera válvula capaz de controlar la presión del LCR. Muchas
personas que lo conocieron coinciden en que tenía una habilidad manual
impresionante para hacer tangible todo lo que se le ocurría en su prodigioso
cerebro.
La innovación de la válvula de Hakim consistía en que los
materiales utilizados (acero inoxidable, zafiro sintético) y el mecanismo de
pegamento del caucho al metal, la hacían menos propensa a infecciones,
adicionalmente permitía una mejor circulación interna del LCR. Posteriormente,
con el apoyo de su hijo Carlos, biomédico del Institute of Technology de
Massachusetts, Hakim desarrolló la válvula programable, un dispositivo
sofisticado que beneficia a los pacientes más que antes porque permite regular
la presión de la válvula teniendo en cuenta cada caso particular y sin
necesidad de intervenir quirúrgicamente al paciente.
Cuando su experimento empezó a funcionar se le abrieron
muchas puertas en el exterior, una de las oportunidades más importantes que se
le presentó fue su viaje por Europa con el presidente Turbay -también de origen
libanes- hacia el año 78. Estando en Suiza en una reunión, lo sentaron justo al
lado del señor Lucas Tissot, dueño de la prestigiosa marca de relojes que lleva
su apellido, conversaron durante algunas horas, finalmente Lucas le dijo que le
ayudaría a producir la válvula programable en su fábrica suiza de alta
precisión. Salomón, comentaba "que la persona que más le sacó provecho a
ese viaje, no fue el ex -presidente sino él". Con Tissot hicieron una muy
buena amistad. Las primeras válvulas programables se hicieron en Suiza, pero se
implantaron por primera vez en el mes de octubre de 1985 en la Clínica Marly de
Bogotá.
La importancia de sus investigaciones le hicieron recibir
propuestas de establecer su laboratorio en los Estados Unidos, le ofrecian
mucho dinero, pero Hakim optó por mantener su lugar de acción en Colombia, más
exactamente en el norte de Bogotá, donde día tras día avanzaba en sus
investigaciones sobre la cavidad craneana junto con sus hijos Carlos y
Fernando. Salomón ha sido de uno de los pocos hombres con cerebro brillante y
manos prodigiosas que no se olvidó del país. Al contrario, siempre trabajó por
destacar la medicina de Colombia internacionalmente.
Durante sus 82 años de vida Salomón fue merecedor de
múltiples premios y reconocimientos, todos los agradeció, pero siempre los
mantuvo guardados en uno de los cajones de su excéntrico laboratorio. Recibió
una carta de felicitación por parte del presidente Bill Clinton cuando él fue
presidente de Estados Unidos, fue mencionado cariñosamente en Vivir Para
Contarlo, uno los libros de Gabriel García Márquez.
Ganó el Premio Nacional Al Mérito Científico y fue el primer extranjero en recibir la condecoración del Alumni Achievement Award de los Estados Unidos. Un premio que reconoce a quienes sirven de manera efectiva a la medicina. No se otorga anualmente ni periódicamente, solo cuando alguien verdaderamente lo merece. "Mi papá era demasiado sencillo, se caracterizaba por su humildad y persistencia (...). No le gustaba alardear de todas las condecoraciones que recibió en su carrera profesional, escasamente tenía colgado el diploma de graduación de la Nacional", afirma con orgullo Fernando Hakim.
Fernando Hakim recuerda la sencillez de su padre en muchas anécdotas, una de ellas es cuando su padre encargó construir un apartamento y el arquitecto le preguntó sobre los lujos adicionales del baño y otros acabados, él respondió: "Mire señor a mi lo único que me interesa es tener una buena regadera, buena presión, buena agua y un buen colchón de resto que le pongan lo que quieran".
El consejo que más les repitió a sus cuatro hijos (María Clara, Rodolfo, Carlos y Fernando) era que se sintieran como en Luna de Miel con absolutamente todo lo que hicieran para llegar lejos.
La sensibilidad artística, la habilidad para encontrar respuestas, los conocimientos científicos y técnicos, combinados con una destreza manual envidiable dieron como resultado a un hombre que hizo historia en la medicina mundial; un colombiano de origen libanés que siempre será reconocido por la comunidad científica internacional, un padre, hermano y un hijo ejemplar que logró que la medicina aplicara su válvula para que miles de pacientes diagnosticados con hidrocefalia con presión normal recuperaran su calidad de vida.
Ganó el Premio Nacional Al Mérito Científico y fue el primer extranjero en recibir la condecoración del Alumni Achievement Award de los Estados Unidos. Un premio que reconoce a quienes sirven de manera efectiva a la medicina. No se otorga anualmente ni periódicamente, solo cuando alguien verdaderamente lo merece. "Mi papá era demasiado sencillo, se caracterizaba por su humildad y persistencia (...). No le gustaba alardear de todas las condecoraciones que recibió en su carrera profesional, escasamente tenía colgado el diploma de graduación de la Nacional", afirma con orgullo Fernando Hakim.
Fernando Hakim recuerda la sencillez de su padre en muchas anécdotas, una de ellas es cuando su padre encargó construir un apartamento y el arquitecto le preguntó sobre los lujos adicionales del baño y otros acabados, él respondió: "Mire señor a mi lo único que me interesa es tener una buena regadera, buena presión, buena agua y un buen colchón de resto que le pongan lo que quieran".
El consejo que más les repitió a sus cuatro hijos (María Clara, Rodolfo, Carlos y Fernando) era que se sintieran como en Luna de Miel con absolutamente todo lo que hicieran para llegar lejos.
La sensibilidad artística, la habilidad para encontrar respuestas, los conocimientos científicos y técnicos, combinados con una destreza manual envidiable dieron como resultado a un hombre que hizo historia en la medicina mundial; un colombiano de origen libanés que siempre será reconocido por la comunidad científica internacional, un padre, hermano y un hijo ejemplar que logró que la medicina aplicara su válvula para que miles de pacientes diagnosticados con hidrocefalia con presión normal recuperaran su calidad de vida.
Según sus hijos, vivió una vida plena, aunque cuando murió
quería seguir trabajando en su laboratorio, desafortunadamente una trombosis
venosa profunda le causó una hemorragia en el órgano humano que tanto lo
apasionó: el cerebro. El 4 de mayo de 2011 Colombia presenció la pérdida
irremplazable de uno de los médicos y científicos más respetados del mundo.
"Cuando uno nace, uno llora y todo el mundo alrededor de uno está contento,
cuando uno muere uno está contento y todo al mundo alrededor de uno
llora". Salomón.
INVESTIGACIONES
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EVIDENCIAS
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CARACTERISTICAS
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POBLACION BENEFICIADA
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HISTORIA
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SÍNDROME DE HAKIM Y ADAMS, O
HIDROCEFALIA DE PRESION NORMAL(NPH)
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Es una forma de hidrocefalia de
aparición gradual y progresiva en la que hay un aumento de la presión
intracraneal (PIC), debido a una acumulación anormal de líquido
cefalorraquídeo (LCR) en los ventrículos del cerebro, que puede causar
ventriculomegalis. La PIC disminuye gradualmente, pero aún mantiene un nivel
ligeramente elevado y la presión del LCR alcanza un alto nivel normal de 150
a 200 mm de H 2 O, lo que resulta de la incapacidad de las granulaciones
aracnoideas de absorber el LCR. Debido a
este equilibrio, los pacientes no presentan los signos clásicos que acompañan
al aumento de la presión intracraneal, como dolor de cabeza,
náuseas, vómito o conciencia alterada (Aunque algunos estudios han mostrado
elevaciones de la presión que se producen de forma intermitente).
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PERSONAS QUE SUFREN DE
HIDROCEFALIA
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Fue un
descubrimiento que abrió el camino al estudio de las demencias reversibles.
Pero, además, fue también el creador del método que permite su tratamiento,
con el cual ha beneficiado a millones de personas en el planeta: la válvula
de Hakim.
Tataranieto,
bisnieto, nieto, papá, tío y hermano de médicos. Eso fue Salomón Hakim Dow,
hijo de padres libaneses que llegaron a Puerto Colombia en 1924 y se
instalaron primera en Barranquilla (donde nació) y luego en Ibagué. Podría
pensarse que el mandato de la medicina le venía de su apellido (hakim, en árabe,
significa galeno), pero la vena científica, al menos en su caso, le nació de
la pura curiosidad.
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VÁLVULA DE HAKIM
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La válvula de Presión Fija de
Precisión HAKIM® ofrece 5 anchos de banda diferentes y angostos a fin de
garantizar el ajuste de presión apropiado para cada caso particular. HAKIM es
una marca registrada de Hakim USA, LLC y Codman & Shurtleff, Inc. la
utiliza bajo licencia.
También se vale de la
comprobada tecnología de bolas y conos para asegurar que cada rango de
presión esté configurado correctamente dentro de una amplitud
de + / -10mm H2O. La Válvula de Presión Fija de Precisión CODMAN HAKIM está
disponible en ocho configuraciones básicas y cada una de ellas
puede obtenerse con un catéter distal unificado o como válvula solamente.
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PERSONAS QUE SUFREN DE
HIDROCEFALIA
|
Con la descripción de
un síndrome frecuentemente malentendido y su válvula, el neurocirujano
barranquillero Salomón Hakim abrió las puertas de la historia de la
neurociencia.
Según el libro Inventos y patentes en Colombia 1930-2000 , publicado por el ITM, la válvula Hakim, de unos 70 milímetros de largo, funciona por medio de un motor paso a paso. No fue la primera válvula de su clase, pero sí la que innovó en cuanto a tamaño, mecanismo y materiales. Hoy en día, se les implanta a unas 100 mil personas al año en todo el mundo. Su tarea Instalada bajo la piel y detrás de la oreja tras una intervención quirúrgica, la función de la válvula es dejar pasar el excedente de líquido cerebral hacia el tórax o el abdomen en pacientes con hidrocefalia. Los modelos actuales permiten regular la presión de apertura antes y después de su implantación. Como la presión puede variar con el tiempo, esta característica se usa para modificarla sin tener qUe realizar una nueva cirugía. |